No se les cae la cara de vergüenza, no. No tienen. No tienen vergüenza (cara sí, y mucha). Nombran juez a la parte y se quedan tan contentos.
La Justicia ya no existe, la han asesinado. La Justicia llora desde su tumba. En su lugar, una impostora se apropia del nombre y de los atributos de la asesinada. Una impostora a la que quieren llamar Justicia.
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