Cuando los miembros de una Comunidad Autónoma, de manera mayoritaria, piden ser escuchados, es imprescindible que se les oiga. En eso consiste la democracia, no en imponer mayorías, sino en escuchar a los gobernados para tratar de adaptar las normas al sentir de la ciudadanía.
¡Claro que las detenciones se han realizado con arreglo a derecho! Pero lo que motiva aplicar esa ley es lo que se está cuestionando, y la cerrazón de quien en ningún momento se ha prestado a dialogar, lo único que hace es agravar el problema.
Me resulta curioso, por otro lado, que el PSOE no se haya posicionado tan abiertamente a favor del Gobierno, como ahora que la banca ha salido en tromba a defender la unidad de España. Una vez más, el PSOE se decanta como sostén de los ricos, como garante de sus privilegios. Una vez más se aleja de conceptos como clase obrera, socialismo y democracia, para acercarse a su amo, el único que, desde hace años, ha demostrado tener: el poder económico.
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