La desvergüenza con la que han manejado su economía, sólo es comparable con al permisividad que ha llevado a que el Jefe del Estado esté siendo permanentemente cuestionado y la institución que representa (no la monarquía, sino la Jefatura del Estado) sea vista como algo inexistente, como un mal menor que marca la Constitución (es del del mantra de "la que todos nos dimos"). Algo anacróbnico, caro y sin sentido.
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