lunes, 21 de mayo de 2012
Capítulo CLXIV. Tengo hambre (10). En el que se deja al descubierto cómo el reparto de bienes en este mundo se aproxima más al reparto de males que al de bienes propiamente dicho. O de cómo la injusticia cabalga sobre corceles de oro.
Zafio mundo inmundo.
Lo peor de no tomar conciencia
de quiénes somos y dónde estamos,
es que otros nos marcan
quiénes somos y dónde quieren que estemos.
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