Ayer se cubrió de gloria el Presi, una vez más.
Rindió homenaje a Rita Barberá, a la que entregó no sé qué medalla de oro, acordada con el PSOE. Tan ejemplar ella, que la expulsaron del PP. Tan ejemplar, que le pidieron que dimitiera como senadora. Tan ejemplar, que ni su nombre decía, refiriéndose a ella como "esa persona de la que usted me habla"
Después habló de hacer las cosas bien, en relación a las víctimas del Yak-42. Él, que ha tardado 14 años en recibirlas; él, que era el vicepresidente del Gobierno cuando sucedió el accidente; él, que siempre negó la responsabilidad del gobierno aznarito.
Finalmente, se despachó diciendo que está en contra de las fronteras. Y de los muros, claro. Y de las concertinas. Suponemos que serán desmanteladas las del sur de España cuanto antes. Rajoy, ya lo sabemos todos, es un hombre de palabra y lo que dice, lo cumple.
No hay comentarios:
Publicar un comentario