Nos tomó el pelo en su día y sigue haciéndolo hoy.
Me encantaría que asumiese un reto: que redujesen su sueldo en idéntica proporción al que él redujo en educación. Y que luego nos mire a los ojos y nos diga que no ha notado nada. Hasta los que cobran tanto como él, habrán de reconocer mermas sustanciosas en su economía.
Pero él, nos trata como a tontos.
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