Tengo hambre no es un cartel. Es un grito.
Tengo hambre es una denuncia.
Tengo hambre es la consecuencia ilógica de la incompetencia de quienes no son capaces de hacer nada por aquellos que les pagan.
Incompetentes y víctimas juntos, cada uno en su lado. Unos durmiendo en colchones de confort. Otros, obligados a gritar "Tengo hambre".
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