Nuevas medidas tendentes a que nos apretemos no el cinturón, sino el alma. |
¡Qué tiempos estos nuestros!
Cada vez más achuchados, cada vez más estrujados.
¡Qué tiempos estos suyos!
Cada vez más envalentonados, cada vez menos cansados.
(Y el reloj pasa tan despacio...)
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