Capítulo LXXIX. Visión del arte en el siglo XXI (III). En el que se narran las apetencias de nuestros dirigentes y de cómo los súbditos nos convertimos en frugal tentempié por mor de los maestros en la nueva tendencia culinaria apodada Recorte Económico. Y a mí, que me hagan con mucha sal.
Y el dios se tornó en ogro.
Protagonistas de una obra oscurantista.
No ellos, sino nosotros. Ellos son los secundarios que nos dan vida, y caza, y muerte.
Nosotros somo el bocado que, sumiso y confiado, camina hacia sus fauces.
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