No recuerdo una oposición tan amplia ni tan dura en la historia de la democracia. Partidos, prensa, iglesia... Y hasta cierta magistratura, esa que exige independencia, pero que depende del partido que la nombra. Sectores del ejército escribiendo aberraciones en chats privados; policías anunciando otoños calientes... La empresa y la banca imponiendo criterios...
Los no electos, ejerciendo de electos y gritando, a los cuatro vientos, que son demócratas.
Los electos, saltándose la Constitución mientras se autodenominan constitucionalistas.
País extraño. Extraño concepto de democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario